9 noviembre 2021
Aunque la crisis sanitaria ha hecho mella en muchos actores económicos, las plataformas de financiación participativa han registrado un crecimiento récord en 2020. El barómetro de la asociación Financement Participatif France muestra un aumento del 62 % con respecto a 2019, lo que supone algo más de mil millones de euros recaudados. De este modo, las plataformas de crowdfunding han ayudado a sostener la economía durante la crisis. Pero, ¿qué sucederá en 2021? ¿Cuáles son los retos a los que deben enfrentarse las plataformas de crowdfunding en la actualidad? Léo Lemordant, cofundador y presidente de Enerfip, comparte su visión al respecto.
Sobre Enerfip
Enerfip es una plataforma homologada por la Autoridad francesa de Mercados Financieros (AMF) como Asesora de Inversiones Participativas, y por la Autoridad de Control Prudencial y de Resolución (ACPR), como Intermediario de Financiación Participativa. Su actividad principal es la financiación de proyectos de energías renovables. Programas fotovoltaicos, eólicos, de biomasa y de innovación… Enerfip ya ha recaudado más de 110 millones de euros de 28 000 ahorradores ordinarios para apoyar la transición ecológica en Francia.
En abril de 2020, el Estado francés puso en marcha el plan PGE o Préstamo con Garantía Estatal. El objetivo de este plan de ayudas es sostener económicamente a las empresas con dificultades durante la crisis sanitaria. Se concedieron 300 000 millones de euros en préstamos en forma de ofertas de crédito excepcionales. Como parte del PGE, las plataformas de crowdfunding han abierto recaudaciones, lo que ha permitido a particulares prestar dinero a empresas. Aunque estaba previsto que finalizara el 30 de junio, el plan de Préstamos con Garantía Estatal se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2021. Por lo tanto, las plataformas de crowdfunding todavía tienen un papel que desempeñar en la recuperación económica.
La legislación evoluciona con regularidad para enmarcar el crecimiento de la financiación participativa. Por tanto, las plataformas de crowdfunding deben asegurarse de que cumplen plenamente con la nueva normativa. La última novedad es el reglamento europeo sobre financiación participativa. ECSP o European Crowdfunding Service Provider. Este estatus permite a las plataformas de préstamo e inversión desarrollar su actividad a escala europea. Esta armonización normativa es un reto importante para las plataformas de crowdfunding, que deben iniciar el proceso de cumplimiento para estar listas en 2022. Un reto adicional para las plataformas de préstamos es que el nuevo reglamento cambia la gestión extintiva de las plataformas por la continuidad de la actividad. El termino cambia pero, sobre todo, implica que las plataformas adaptan su plan de continuidad de actividad a nuevas exigencias.
Ver también: Crowdlending, crowdequity: comprendiendo la normativa europea sobre financiación participativa (ECSP)
La normativa europea reduce el límite de importes recolectados por proyecto a 5 millones de euros. En 2019, el límite pasó de 2,5 a 8 millones de euros. Según Léo Lemordant, «esta mejora reglamentaria ha puesto el foco en las plataformas de financiación colectiva, y aportado una marca de credibilidad». Por ello, se recurre a las plataformas de financiación participativa para recaudar cantidades de dinero cada vez mayores. «Los volúmenes de financiación para los que se nos consulta son 10 veces superiores con respecto a hace un año. Los proyectos superiores a 2,5 millones de euros, y en los que actualmente podemos participar, anteriormente habrían sido financiados por otros agentes, en particular por fondos de inversión especializados. La limitación reglamentaria nos impedía atender estas necesidades. La evolución de la normativa nos ha dado la oportunidad de demostrar que somos capaces de satisfacer necesidades de financiación más elevadas y diferentes», afirma. El reto de las plataformas es, por tanto, satisfacer las necesidades de financiación de los responsables de proyecto mediante una oferta de servicios madura y profesional.
El aumento de la madurez del mercado de la financiación colectiva está induciendo una evolución en la naturaleza de las plataformas. Aunque el crowdfunding sigue siendo su actividad principal, la experiencia en torno a esta actividad principal se está desarrollando en paralelo. El papel de las plataformas de financiación participativa ya no se limita a reunir a los propietarios de los proyectos y a los inversores para recaudar fondos. «En la actualidad se desarrollan una inteligencia y un enfoque diferentes, explica Léo Lemordant. Los responsables de proyecto ya no vienen a vernos solo para establecer recaudaciones que complementen sus propios fondos, por ejemplo, para obtener un préstamo bancario. Acuden a nosotros para una estructuración más global de su recaudación de fondos. Por lo tanto, les asesoramos sobre la configuración más adecuada para su proyecto.» Por ello, las plataformas tienden ahora a posicionarse como asesores de los responsables de proyecto.
En cuanto a los inversores, las plataformas se orientan también hacia un enfoque de asesoramiento. Como los volúmenes de recaudación son más importantes, el reto es movilizar una variedad de tipologías de inversores para cubrir las diferentes lógicas de inversión. Al movilizar a todos los tipos de inversores con enfoques adaptados es como se consiguen los objetivos de recaudación. Por tanto, las plataformas deben ofrecer una propuesta de valor interesante para los inversores, tanto para pequeños particulares como para grandes fortunas.
Para que los inversores confíen su dinero a la financiación de proyectos, es necesario que las plataformas garanticen una experiencia fluida y sin problemas. Además, la experiencia de los inversores es crucial en el ámbito de la financiación participativa. Si la plataforma no inspira confianza o es compleja de utilizar, los inversores no se atreverán a conceder préstamos. Entonces recurrirán a canales más tradicionales para invertir su dinero. Por tanto, las plataformas de crowdfunding deben garantizar ergonomía, fluidez y seguridad. Solo así se ganarán el corazón de los inversores y evitarán cualquier reticencia por su parte.
Tras la Ley PACTE, las plataformas pudieron ofrecer a los inversores la posibilidad de financiar proyectos con sus cartillas PEA y PEA-PME. Léo Lemordant explica: «Mientras que el PEA está concebido principalmente (aunque no exclusivamente) para invertir en grandes empresas que cotizan en bolsa, el PEA-PME se creó específicamente para empresas que no cotizan en bolsa y para financiar el tejido de las pymes. Nuestras ofertas son regularmente aptas para estas cartillas. De este modo, los inversores pueden solicitar el pago desde sus cartillas PEA y PEA-PME y desgravar así los intereses. Se trata de una gran oportunidad, pero plantea problemas de estructuración y alineación entre todos los actores de la cadena de gestión. A medida que avanzamos con las plataformas, nos gustaría ofrecer esta cartilla para estimular la inversión y aumentar la satisfacción de los clientes. Pero para ello, hay un verdadero problema de estandarización que se hace imprescindible abordar. Los bancos, las plataformas y los intermediarios deben presentar, espero que pronto, un proceso estandarizado que facilite la gestión de este tipo de suscripciones.» Aunque hoy está abierto el debate, esta cuestión de alineación representa un reto importante para el sector del crowdfunding.
Más allá de la estandarización, uno de los principales retos para todo el ecosistema de crowdfunding es la automatización de las plataformas. «El crowdfunding en 2021 no se parece al de 2012-2013. Hoy en día se está desarrollando la dimensión profesional de las plataformas, y el crowdfunding se percibe como un producto de ahorro realmente atractivo, y ya no como una innovación bonita pero accesoria», analiza Léo Lemordant. Debido a que cada vez gestionan un mayor volumen de préstamos, más proyectos y más inversores, las plataformas de financiación participativa están iniciando una verdadera profesionalización de sus procesos. Sin embargo, este desarrollo requiere sistemas eficientes, una conciliación automatizada, la correcta gestión de los reembolsos… Como tal, puede ser interesante automatizar y delegar el mayor número posible de procesos, como las operaciones financieras.
Cumplimiento, aumento de la madurez, mejora de la experiencia o automatización de procesos, los dispositivos de pago abarcan varios retos importantes para las plataformas de crowdfunding. Consciente de su importancia, Lemonway acompaña a las plataformas en la gestión de su flujo de pago. Como Proveedor de Servicios de Pago, ofrecemos múltiples servicios para que puedas adaptar tu plataforma a las evoluciones del ecosistema del crowdfunding. ¿Quieres más información y hablar con nuestros expertos? ¡Ponte en contacto con nosotros hoy mismo!
